El Lipedema es una enfermedad poco conocida incluso entre los profesionales médicos, y seguro que las que estéis leyendo este artículo podéis confirmar que es así. Probablemente habéis tenido que visitar a varios médicos para por fin obtener un diagnóstico, os habrán dicho que perdáis peso, que hagáis más ejercicio, que tenéis las piernas gruesas por genética o mala circulación. ¿Os ha pasado, verdad? También otras muchas ni siquiera tenéis diagnóstico y dudáis si tenéis Lipedema.
Es por ello que desde el Instituto Valenciano de Lipedema a explicar los aspectos más relevantes sobre el Lipedema o Lipoedema, como también se conoce. Se trata de una enfermedad progresiva del tejido graso que se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica predominantemente en las extremidades inferiores, es decir las piernas (de cadera a tobillos), pero también afecta a las extremidades superiores (brazos). El Lipedema no afecta ni a las manos ni a los pies y es simétrico, a diferencia del Linfedema, que suele afectar de manera unilateral.
Esto se traduce en siluetas descompensadas, cuerpos delgados en muchos de los casos con piernas gruesas y que por más dieta y ejercicio que se realice las piernas no pierden volumen o en cuanto apenas. Además la grasa suele doler y causar molestias, y es por ello que el Lipedema también se conoce como “Síndrome de la grasa dolorosa”. Vamos ahora con las causas y los síntomas del Lipedema.
CAUSAS DEL LIPEDEMA
Se ha comprobado que existe un componente genético, y también un componente hormonal, dado que frecuentemente comienza o se intensifica coincidiendo con un cambio en los niveles de hormonas (pubertad, embarazo, menopausia, toma de píldora anticonceptiva…), pero no existe todavía estudios definitivo acerca del origen del Lipedema. Posibles causas:
- Genética: Hasta la fecha se conoce que existe cierta evidencia de una predisposición genética, ya que entre el 15 y el 64% de las pacientes tienen antecedentes de lipedema en su familia.
- Edad: Suele aparecer en la pubertad y agravarse con embarazo o menopausia.
- Obesidad: La obesidad y el hipotiroidismo son factores agravantes del lipedema.
SÍNTOMAS DEL LIPEDEMA
Los pacientes pueden experimentar los siguientes síntomas:
- Hipersensibilidad, dolor en los tejidos blandos tanto en reposo como al caminar o al tocarlos.
- Sensación de pesadez, fatiga, hormigueo.
- Acumulación de grasa lipedémica, desde la cintura hasta las rodillas o tobillos.
- Aparición frecuente de hematomas ni siquiera recordar su origen
- Afectación a nivel emocional por el desconocimiento de la enfermedad y consecuente retraso en el diagnóstico.
Si tienes algunos de estos síntomas puedes contactar con nosotros a través del email: hablamos@institutovalencianodelipedema.es, o llamando al: +34 96 341 06 00, te informaremos y pondremos a tu disposición nuestro equipo multidisciplinar. Como os decíamos, es muy frecuente confundirla con la Obesidad o incluso con la Celulitis, pero son diferentes y os vamos a explicar sus principales diferencias y quizá vosotras mismas podáis utilizar estos argumentos ante los profesionales médicos que no la sepan distinguir.
LIPEDEMA VS CELULITIS
La celulitis puede presentarse en pacientes con piernas delgadas, normales o gruesas. La celulitis tiene el aspecto característico de “piel de naranja”. Lo que mejor distingue al Lipedema de la celulitis es la característica distribución desproporcionada del tejido graso subcutáneo en zonas muy específicas como muslos, tobillos y piernas que no necesariamente se acompaña de obesidad o de celulitis.
LIPEDEMA VS OBESIDAD
Si nos paramos a ver la diferencia del Lipedema con la obesidad nos encontramos con que la obesidad tiene signos diferentes en lo que a la grasa se refiere. En la Obesidad la grasa se reparte de manera proporcionada por todo el cuerpo, algo que no ocurre con el Lipedema, que como os hemos dicho anteriormente, se suele centrar en zonas concretas del cuerpo humano. El Lipedema, además, suele generar dolor y la obesidad no. El principal tratamiento para la Obesidad consiste en tener una alimentación saludable y realizar ejercicio con mayor frecuencia. Para el Lipedema se necesita otro tipo de tratamiento, ya que no responde significativamente a dieta convencional ni ejercicio.